Desde el año 2018 el centro POETA DigiSpark de The Trust for the Americas de la OEA trabaja junto a su socio local, la ONG Innovacien, en entregar capacitaciones para que emprendedores y emprendedoras de todo Chile puedan mejorar sus oportunidades económicas. Una de las beneficiarias es Francesca Venegas, madre de 4 hijos que pese a las dificultades económicas y a una discapacidad física del 45% logró montar su propio emprendimiento.

La asistente contable y parvularia Francesca Venegas Salfate (38 años) se acercó a la ONG Innovacien por la misma razón que cientos de otras mujeres emprendedoras: adquirir herramientas y habilidades tecnológicas que le permitiesen desarrollar un nuevo negocio, en este caso, Pillines Chile, tienda con productos didácticos para niños y niñas, hechos en madera y tela.

La idea surgió luego de ver cómo los juegos en la primera infancia son un estímulo vital para el aprendizaje. Pese a esto, no siempre los niños y niñas cuentan con las herramientas adecuadas. Por ello quiso crear una tienda que comercializara juguetes para esta etapa de vida, destinando gran parte de su tiempo libre a buscar formas de aprender para lanzar y hacer crecer este nuevo emprendimiento.

“Yo estaba en vías de querer tener una vitrina virtual en ventas para un proyecto que estaba comenzando relacionado con el juego infantil, pero en Chile sólo existen capacitaciones largas, presenciales y en ocasiones tediosas, porque en el camino te das cuenta que hay cosas que en verdad ayudan pero no están enfocadas en el emprendimiento y en lo que uno necesita. Por eso el centro POETA DigiSpark de The Trust for the Americas de la OEA me ayudó a dar los primeros pasos en ese sentido, ya que aprendí de gestión de ventas y marketing, entre otras herramientas fundamentales”, explica.

Francesca, que tiene una discapacidad física de un 45% y que antes de este emprendimiento estaba cesante, mantenía como ocupación la costura, tarea que utilizaba para generar ingresos desde la comuna de Quinta Normal (Región Metropolitana), lugar donde reside junto a sus 4 hijos.
“Mi situación personal era bastante más precaria porque en muchas ocasiones debía elegir si invertir en una maquinaria para optimizar más mi trabajo o si comprar con ese dinero calzado para mis cuatro hijos”, señala.

Comenzar a emprender
Francesca llegó a la ONG Innovacien gracias al dato de una vecina. Sin mayores expectativas revisó los cursos y siendo el marketing su principal desafío, decidió inscribirse en el programa que la ONG oferta gracias al centro POETA DigiSpark de The Trust for the Americas de la OEA, dado que marketing es una de las herramientas principales que se enseñan.

Entre los aprendizajes adquiridos estuvo el entender cómo llamar la atención del público al cual apunta, esto es madres y padres que buscan estimulación para sus hijos e hijas, durante la primera infancia.
Además, efectuó cursos de word, excel, redes sociales y ventas y facturación, es decir, todo lo necesario partir con su negocio.

“Hoy estoy enfocada en mi emprendimiento, pero también en ayudar a mujeres con una situación similar a la mía, porque no es fácil salir de casa y dejar de lado a los hijos por un trabajo que no te gusta o que no te permite generar lo suficiente. Y no vale la pena tanta ausencia”, concluye.